martes, 29 de junio de 2010

La ley del péndulo


Maritza Turupial

La liquidación gradual de la empresa privada en Venezuela puede significar que una gran masa de venezolanos se quede sin trabajo, que transiten al buhonerismo o que pasen a engrosar las filas de obreros y trabajadores en las empresas que poco a poco van quedando bajo la jefatura del gobierno por expropiación o por confiscación las más de la veces, ya que al Gobierno no le provoca pagar las expropiaciones. No solo pasarían estas masas de trabajadores a ser mal remunerados por el Estado, si no que al no existir los sindicatos quedarán sometidos a las conductas caprichosas que comprobadamente asaltan las personalidades de los jefes en los regimenes socialistas. Las empresas socialistas se caracterizan por ser totalmente ineficaces (ya que la eficacia es un valor capitalista), orientadas hacia la corruptela, las preferencias, el clientelismo y finalmente hacia la ruina como ya esta sucediendo hoy en día con cantidades de empresas confiscadas por el gobierno.

Según el actual presidente de Venezuela oligarcas son, o somos, en primer lugar todos aquellos que no comulgamos con su socialismo del siglo XXI (primer craso error conceptual), en segundo lugar, todas aquellas personas que han creado, fundado o heredado empresas (segundo craso error conceptual), que han podido desarrollarlas exitosamente logrando formar capitales, unos más grandes que otros, capitales que según el s.s.XXI solo son lícitos si pasan a ser manejados por el Estado… aunque se diga que por el pueblo. Que se sepa en ninguno de los países que ya fueron socialistas, y que ya están de regreso a la democracia, el pueblo llegó a tener acceso a nada que no fueran dádivas del Estado todopoderoso, de un Estado que en la realidad se convierte en un cónclave de unos pocos que deciden manejar a su antojo el capital y los recursos del país, una buena parte de los cuales ellos mismos se apropian, y al final el tal sistema de gobierno lo que llega a ser es un capitalismo de Estado manejado por una oligarquía. Si recordamos que el significado del término es la ostentación del poder en muy pocas manos, pues que duda queda de que estamos en presencia de una oligarquía socialista que gobierna el país.

Uno de los muchos "defectos" del pasado político, anterior a la administración chavista, era que todo el mundo mandaba o quería mandar además del gobierno: los sindicatos, los gremios, el sector empresarial, los comerciantes, los buhoneros, los obreros, los trabajadores, todos! Era un mundo político plural, dialéctico, que daba lugar al conflicto y al diálogo, a las mesas de negociaciones, a la opinión en voz alta, sin censura, sin autocensura, sin retaliaciones como las que hoy vemos y en cualquier caso con derecho a recurrir a las leyes y a los tribunales ante los excesos del gobierno de turno, en fin, una democracia dentro de la que se buscaba un camino para Venezuela,

Hoy nada de eso es posible, una sola voz es la que se oye, la que sabe, la que manda, la que decide y muchos de nosotros por temor, por oportunismo, por comodidad, por secretos intereses personales, cerramos los ojos y no vemos otras alternativas, cerramos los oídos y no somos capaces de oír más que esa voz, nos sometemos, presenciamos y permitimos la manipulación de la gente a través de los consejos comunales y otras infinitas formas de organización de inspiración militarista y guerrerista con las que se pretende tutelar a la población venezolana, principalmente a aquellos con menor formación y con mayores necesidades.

Por fortuna la ley del péndulo es inexorable, así como la péndola arrastró al país hacia uno de sus lados más extremos, se siente que ya está de regreso, y de nosotros depende que nos lleve a una realidad distinta, de democracia real, de participación real, de prosperidad para todos y lo que más anhelamos, de libertad. Tendremos luego que evitar que siga para el otro extremo, se dice que la verdad está en el centro del péndulo…