viernes, 5 de diciembre de 2008

Lo que veo… en la ciudad



Por Maritza Turupial


En San Juan existen experiencias de organización ciudadana no influenciadas por sector político alguno que vale la pena dar a conocer por los efectos de demostración que pueden irradiar. Una de ellas es la que lleva a cabo la Asociación Civil Santo Ángel Guárico, que desde hace muchos años funciona efectivamente y sin estridencias en el Barrio Brisas del Valle, animada moral y espiritualmente por las Hermanas de la Congregación del Santo Ángel. En el contexto de esta organización se desenvuelve un conjunto de grupos, juveniles, pre-juveniles, y de adultos, que desarrollan actividades encaminadas a fortalecerse en la práctica de la religión católica, no como una praxis aislada, sino formándose a la vez de una manera responsable y solidaria en el ejercicio de su condición ciudadana, con conocimiento de sus deberes y de sus derechos, desarrollando incansablemente actividades, entre otras, en apoyo a personas del barrio con necesidades apremiantes y a la difusión y práctica de valores, especialmente entre los jóvenes, que los acerquen a la consecución de metas relacionadas con su formación para una vida futura responsable consigo mismos, con su familia con la comunidad y con el país. La Iglesia de Brisas del Valle y sus locales aledaños, la biblioteca pública Padre Guillermo Durruty y el Taller de Usos Múltiples son los escenarios de los diarios encuentros comunitarios y del desarrollo de las actividades más variadas, obras de teatro y otras expresiones culturales que protagonizan los grupos juveniles, actividades de promoción de lectura y de apoyo a las tareas de los niños en edad escolar, talleres de formación desde técnicas culinarias hasta temas relevantes a la acción comunitaria que desarrollan, misas de aguinaldo, verbenas y ventas de comida aportada por las señoras de la comunidad con las cuales han logrado reunir recursos para llevar a cabo proyectos concretos a través de sus propios medios y esfuerzos.

La permanencia de más de 20 años de la Congregación de Hermanas del Santo Ángel en Brisas del Valle ha fructificado de una manera tal que valdría la pena que los cronistas locales recogieran este aporte como un reconocimiento al valioso y callado trabajo que han desarrollado en esta comunidad y que se multiplica cada día en la conducta ciudadana de la gente que ellas han contribuido a formar y que aun forman.

Sin duda habrá otras experiencias similares en nuestra ciudad, así que invitamos a los lectores que las conozcan a reseñarlas a través de este blog.

….Y a propósito, que es eso de ser ciudadano? Llegamos a serlo solo cuando conocemos nuestros deberes y nuestros derechos? Ejercerlos y ejercitarlos pareciera que completa más la idea, pero que pasa si aunque los conocemos ellos están ausentes de nuestra conciencia o de nuestra agenda mental?
Cuando se ensucia el entorno porque olímpicamente arrojamos basura desde nuestro vehiculo o desde un autobús sin conciencia de ello, o cuando nos lanzamos a la calle como peatones o como choferes y no nos provoca acordarnos que no hay que estacionarse mal o atravesarnos en mitad de la calle porque contribuimos al caos, o que no debemos comernos la luz verde, así se pueda, porque damos el mal ejemplo a todos los que nos ven ( nada se generaliza con más velocidad que el mal ejemplo), o cuando instalamos en la acera un equipo de sonido que revienta los oídos de los transeúntes sin que siquiera imaginemos o nos importe que estamos trasgrediendo un derecho de otros, como mínimo estas actitudes no son ni mas ni menos que muestras de anticiudadania. Y que ha estado favoreciendo el aumento de esta condición en la colectividad? La ausencia de políticas de educación ciudadana y también la impunidad. A eso nos gustaría referirnos en la próxima columna… y si desean enviar contribuciones sobre el tema, encantados las publicaremos…