martes, 4 de septiembre de 2012

AMUAY DUELE DEMASIADO

Máximo Alberto Rangel (*)
 Esa madrugada, a pocos minutos del evento, sin imaginármelo, encendí el TV y me encuentro con la fatal noticia. Casi lloro. Mejor dicho, contuve el llanto, porque me dolió en el alma lo ocurrido y la suerte de las víctimas. ¡Cómo recordé a tantos amigos y conocidos  de la  refinería en la que tuve la dicha de trabajar cuatro de los mejores años y más intensa dedicación que le pude dar a nuestra industria petrolera! ¡Cómo llegamos los trabajadores de aquel entonces (y no dudo de la sinceridad de los de ahora) a sentir como nuestra, repito, a esa industria a la que dimos alma, vida y corazón, sin pensar si éramos oligarcas, vende-patria o lacayos  “del imperio”: A la gran mayoría sólo nos importaba el cumplimiento del deber. Lo que vino después, la distinción entre “la nueva” y “la vieja PVSA”, no podrá borrarle nunca el mérito  y el cariño hacia esa corporación por parte de quienes, de una u otra forma ayudamos a echar las bases de lo que hoy tenemos.
 No pensé que me fuese a afectar tanto. Alabo y comparto la solidaridad  y el dolor de los trabajadores actuales y de los antiguos compañeros  de Amuay  y  de la industria petrolera en general. Pero no puedo compartir la posición de quienes opinan que “los otros” se están aprovechando de la situación como aves de carroña para sacarle partido político al desastre de Amuay. Aunque pudieran estarse dando  (¿y quién les puede negar el derecho de opinar?)  no caben aquí señalamientos como ese , que también tienen el mismo sesgo político o politiquero que le resta  honestidad a la preocupación por el problema.
NO,CHÁVEZ:  NO ES EL MOMENTO PARA VINCULAR LOS AFECTOS Y LAS OPINIONES, POR EJEMPLO DE LA GENTE DEL PARO PETROLERO, CON LO OCURRIDO AHORA. AMUAY DUELE DEMASIADO, SOBRE TODO CUANDO, COMO VENEZOLANOS (OFICIALISTAS O NO), SABEMOS QUE ACCIDENTES COMO ESE NUNCA DEBEN  HABER OCURRIDO. 
ES LA HORA DEL TODOS PARA TODOS EN ESTA VENEZUELA “DE TODOS”.
30-08-12
(*)  Comunicador Social, jubilado prematuramente de PDVSA, en enero 2002, por razones de salud.