miércoles, 2 de septiembre de 2009

La Escultura Urbana en San Juan de los Morros

Blanca Allegra Arteaga
Dentro del contexto artístico escultórico nos encontramos y tenemos contacto desde niños con una categoría de escultura llamada urbana, que se define de la siguiente manera de acuerdo a la artista Rita Valentina Giusti Bello:

Se conoce como escultura urbana a toda pieza escultórica realizada con el propósito de embellecer de forma artística a diversos entornos urbanos dando a conocer un mensaje reflexivo a la sociedad que habite en ella. Por lo tanto, una de las características primordiales de este elemento, consiste en dar un lenguaje propio donde el arte sea el medio comunicacional entre lo que se considera obra-espectador, logrando así más que la percepción de un elemento ornamental, la concepción de un generador de ideas, sentimientos y emociones que conlleven a lazos de filiación entre el arte y el ser humano.”

La escultura urbana existe y nace con las urbes, muchas de ellas constituyen el elemento expresivo e identificatorio de una ciudad, tal es el caso hoy en día de la estatua de la Libertad en Nueva York, María Lionza en Caracas, el “San Juanote” escultura de 20 metros en San Juan de los Morros, la escultura de La Madre, en los Médanos de Coro, las esculturas de Simón Bolívar y demás Próceres de la Independencia, ubicadas generalmente en las Plazas Bolívar de cada una de las capitales de nuestros estados, por dar algunos ejemplos

Por ser los parques y plazas lugares de esparcimiento y recreación, esculturas como éstas se hacen necesarias para la comunidad en general, pues se muestran como la representación humana del sitio, transmiten a sus visitantes y hacen inolvidables los momentos y disfrute del lugar. A ello se agrega el valor artístico y el incremento del patrimonio artístico del municipio al cual pertenezcan.
El objetivo fundamental de las esculturas urbanas es poner en contacto directo con el arte a los visitantes de parques, plazas, monumentos históricos, centros recreacionales y a la comunidad en general, y a la vez realzar y valorizar los sentimientos, costumbres comunes, hechos y personajes históricos, la belleza humana y demás argumentos con los que más se identifican las comunidades y las personas.
En San Juan de los Morros contamos con varias esculturas urbanas, que se han hecho parte de nuestro patrimonio histórico y religioso, asimismo constituyen una muestra artística pública y turística, como son el caso de la escultura de San Juan Bautista, Patrono de la ciudad, ubicada en la Plaza Bolívar de nuestra ciudad, hecha, y quiero resaltar públicamente el reconocimiento que bien merece su único autor el escultor italiano Renzo Bianchini. (autor asimismo de la escultura Juana La Avanzadora, ubicada en Maturín), vaciada en concreto, de 20 metros de alto.
También merece mención especial la bella escultura El Leandro, cuyo autor es el escultor venezolano Alejandro Colina (autor entre otras de María Lionza, los Caciques Guaicaipuro, Manaure, toda su obra caracterizada por ser indigenista) ubicada en el Monumento a la Bandera, en la Av. Miranda de nuestra ciudad.
En San Juan de los Morros, tenemos entre otras más, varias esculturas públicas; frente al Colegio de Médicos, está ubicada a la entrada de la ciudad, la obra llamada La Elíptica, del escultor valenciano Adolfo Estopiñan, que representa a una mujer contorsionista. En el Centro Spa Aguas Termales, se ubica entre otras, la escultura titulada
La Cascada,de mi autoría, que representa a una mujerbañándose en la cascada, vaciada en bronce. Asimismo en el mismo Centro, la obra titulada Péndulo del Tiempo, del conocido escultor Raúl Sánchez. A la entrada de la ciudad, frente al terminal de pasajeros, recientemente colocada, se encuentra la escultura Roscio, en homenaje al Prócer Juan Germán Roscio, (de quien el Municipio toma su nombre) del escultor José Manuel Fuentes. De reciente colocación en La Villa Deportiva de nuestra ciudad, nos deleitan esculturas alusivas a las actividades deportivas que allí se desarrollan, obras representando a los toros coleados, a la natación, al tenis, etc.
Muy poca importancia, le han merecido estas obras ni a las autoridades, ni a los mismos ciudadanos, muy poco se habla de sus orígenes, su historia, mucho menos de sus autores y es bueno resaltar su importancia para la comunidad, el aporte que nos merecen a todos, denunciar el deterioro que cada una de ellas presenta y la necesidad de su pronta RESTAURACIÓN, para el disfrute de habitantes, visitantes y mantenimiento presente y futuro del patrimonio artístico, a través del cual se manifiesta y transmite nuestra cultura popular, religiosa e histórica.
Blanca Allegra es abogada y escultora