sábado, 12 de septiembre de 2009

Los resultados de la estatización salvaje

Manuel Guevara
Dos empresas emblemáticas, recién estatizadas, entraron rápido en el tobogán del deterioro: Sidor y Electricidad de Caracas. En apenas un año, la Siderúrgica del Orinoco, Sidor, dejó de ser una empresa que daba beneficios y que producía casi a su capacidad nominal para convertirse en una empresa que da pérdidas; en el 2008 perdió US$ 202 millones; su producción cayó en 800.000 toneladas, es decir una caída de casi 20% con respecto al 2007.

Los apagones en Caracas se hacen cada vez más frecuentes (en el interior los apagones de Cadafe son rutina). El 3 de septiembre un nuevo apagón fue causado por una falla en la planta Tacoa, Vargas, de la Electricidad de Caracas. Los trabajadores y los especialistas en el sector señalan la falta de inversiones, los proyectos paralizados, la falta de herramientas, vehículos, materiales entre otros problemas que están afectando la operatividad de la empresa.

Lo peor de es que los trabajadores, el gobierno, la gerencia y los profesionales de esas empresas saben que la solución de los problemas no está a la vista. Porque no se trata sólo de inversiones que no se hacen oportunamente, que también lo es. Se trata de un ciclo perverso de ineficiencia e incapacidad que se instala en las empresas estatizadas: sustitución de personal calificado por personal “rojo rojito”, fuga de talentos, sustitución de criterios técnicos por políticos, disminución de la cobranza, aumento de la nómina, falta de mantenimiento, partidización de las empresas. En fin, un ciclo perverso que no se detendrá porque ahora el modelo productivo es el estatismo salvaje.
Manuel Guevara es Ingeniero y analista político

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