miércoles, 9 de septiembre de 2009

UNA NUEVA AMENAZA PARA EL DESTINO DE LA BIBLIOTECA PÚBLICA CENTRAL “RÓMULO GALLEGOS”

Maritza Turupial

Los sanjuaneros hemos visto con estupor como se puso en servicio el edificio de la Biblioteca Pública Central "Rómulo Gallegos" para la instalación de una empresa comercial, aparentemente proveniente de Maracay, para la venta de útiles y libros escolares. Podría decirse, como ya algunos lo han hecho, que ha sido una medida loable, que al fin un edificio tan hermoso se esta utilizando, ya que se esta perdiendo allí inconcluso, sin ningún aprovechamiento para la comunidad que siente cada día su callada presencia en plena Avenida Bolívar; y que también sería loable que al menos se haya abierto para la venta de libros.
Ninguno de estos argumentos es aceptable ni debe ser aceptado por el pueblo sanjuanero. Cuando vimos lo que se estaba preparando, intrigadas llamamos a la Coordinación de la Red para averiguar que estaba sucediendo y el propio Coordinador, el Lic. Wolmer Uzcategui nos contó, palabras más palabras menos, que no hubo más remedio que aceptar la posibilidad que se ofrecía de que en algún momento, cuando al empresario que hizo su inversión allí terminara de recuperar lo invertido, la biblioteca se pudiera al fin mudar. Este empresario hizo que se pintara de nuevo el edificio, que se instalaran mecanismos de seguridad (lo que no ha hecho ningún gobierno estadal ni municipal a pesar de los pedidos) se instalaran más luminarias, se expulsaran las palomas y otros animalitos que habían hecho del edificio su residencia, se limpió el excremento y la mugre de años de desolación, en fin, se hizo apto el edificio para ocuparlo, y aparentemente es posible que luego se permita que las oficinas de la Red de Bibliotecas se muden, para desde allí continuar luchando por la mudanza de la biblioteca publica central a esa, su sede propia, ya que hoy en día esta mas hacinada que nunca en la Casa de la Cultura.

Decíamos arriba que nada de esto puede ser aceptable por los sanjuaneros y residentes de esta ciudad, ya algunos medios han empezado a abrir sus micrófonos sobre este tema y hay que mencionar especialmente a la emisora Morros 89.7 que no ha dejado de abogar nunca por la apertura de la biblioteca. Seguramente ese señor de Maracay que realizó esa inversión no tiene ni idea de los que ha significado ese edifico para esta comunidad y tampoco el Gobernador, no sabemos si ha sido debidamente informado de las luchas por esa biblioteca, probablemente si, pero como fueron luchas sanjuaneras del pasado, hoy en día cuesta que sean reconocidas y continuadas, como de hecho ha sido así, de otra manera ya se hubiera culminado esa obra y estaría la biblioteca dando su servicio a todos lo habitantes de este pueblo,como está llamada a hacerlo.

Parece mentira que hoy en día cuando la principal bandera es la participación protagónica de las comunidades, no se haya propiciado la acción sostenida de los consejos comunales sanjuaneros en pleno para que nada ni nadie impidiera que se complete el proceso de culminación del edificio y su apertura, como si se hizo en el pasado cuando fue la comunidad y sus diversos sectores, incluidos los buhoneros, la que decidió el destino de ese terreno y la construcción allí de la biblioteca. El quid del asunto a nuestro juicio esta en que una instancia (la pertinente, la responsable) tiene que hacer un seguimiento permanente y audaz de todo el proceso, una labor de movilización y coordinación con las autoridades responsables, y siempre con la presencia y el acompañamiento aguerrido de las comunidades que son las que al final logran que los gobernantes volteen su mirada a iniciativas como esta de la biblioteca, que como dicen muchos, no da votos, lo que provee son oportunidades de ilustración para el pueblo…casi nada!

Las crisis son oportunidades dice el sabio proverbio chino, y esta es una oportunidad para el pueblo de San Juan. Ya esta aclarado, y todos sabemos, que el edificio no tiene problemas estructurales, ahora es el momento de encaminarse hacia el trayecto final que ha de llevar a San Juan a tener por fin en servicio su biblioteca pública en su sede propia.